Maus. La historia del holocausto protagonizada por ratones y gatos.

En mi segunda entrada quiero compartir con ustedes mis queridas merodeadoras, un cómic que apareció en mi vida hace ya unos cuantos años y cuya lectura tenía pendiente. Tras rescatarlo de mi estantería me arrepiento profundamente de no haberlo leído hace tiempo :).

Acercarse al delicado y espinoso tema del holocausto a través de animales como gatos, ratones, perros y cerdos puede parecer cómico e incluso carente de seriedad, pero nada más lejos de la realidad. Maus es un cómic profundamente áspero, riguroso y duro.
Relata la historia del padre de Art Spiegelman (el autor del cómic), Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente del Holocausto. Aunque el relato no se queda ahí, nos cuenta cómo es Vladek en la actualidad, se adentra en la psicología de este controvertido personaje, una persona tacaña, manipuladora y complicada de tratar.

Nos aproximamos a su experiencia mediante las entrevistas que mantuvo Art con su padre, en las cuales éste le pide que la historia nunca sea contada, por lo que decide hacerlo utilizando animales como protagonistas. Por tanto, diferenciamos dos líneas temporales: (1) la época en la cual se mantienen las conversaciones padre-hijo donde además se recoge la complicada relación que existe entre ambos y (2) la que nos sitúa entre 1930 y 1945.

El cómic cuenta con unas 300 páginas y su elaboración llevó algo más de una década, además de una profunda crisis por parte del autor.Su investigación no se redujo a las entrevistas que mantuvo con su padre, leyó extensamente mucha bibliografía publicada sobre el tema, viajó a los escenarios principales (Auschwitz y Dachau) y entrevistó a otros supervivientes que tuvieron relación con su familia.

Lo cierto es que al contarnos esta historia en formato cómic, podemos ver con nuestros propios ojos escenas que serían muy complicadas de imaginar (sin un profundo impacto emocional). En el cómic nos encontramos con bocetos de los escondites que construía Vladek y su familia cuando se refugiaban en búnkers, también planos de la organización en Auschwitz y, además, observamos el deterioro físico de los personajes.

Si te animas a leerlo, debes saber que es dolorosamente adictivo y que, en más de una ocasión, te emocionarás y cerrarás el cómic para poder asimilar lo que acabas de leer y ver.

Sin duda, Maus es una obra de arte, de los mejores relatos que he leído, una historia conmovedora, con muchísima fuerza. Debe estar en tu estantería seas o no un fanático de los cómics.