martes, 15 de abril de 2014

El pensamiento como semillero del bienestar personal


Queridas merodeadoras, hoy tengo el deleite de traer a estos mundos subrepticios [risas] un tema que ha lindado, cuando no tocado de lleno, gran parte de las conversaciones por nosotras desarrolladas: las repercusiones del entramado mental, esto es, los pensamientos, sobre el bienestar subjetivo y, por extensión, colectivo.

Resulta que leyendo una entrevista virtualmente expuesta en la web de Filosofía Hoy1 el considerado filósofo del entusiasmo y español, J. A. Marina, reflexiona sobre la inteligencia humana a propósito de la salud mental en particular y las implicaciones interactivas de la inteligencia en general. Algunas de las preguntas planteadas son:

Si somos una especie supuestamente inteligente, ¿por qué nos comportamos tantas veces de manera tan estúpida?

¿Cómo podemos pasar de unas conversaciones que desmoralizan a otras que estimulen?

¿Y cómo podemos fortalecer este pensamiento crítico y contrarrestar la marea de credulidad?

El pensador de Rodin frente al Congreso de la Nación - Argentina

Puesto que la entrevista es relativamente larga, he optado por hacer un breve resumen en pos de acercarles lo que en susodicho encuentro se dice. Veamos; acorde con las cuestiones anteriormente formuladas, tres son las ideas que deberíamos tomar atentamente en consideración (¡Sapere aude! conviene gritar mientras tanto, varita de saúco en mano):

a)    No puede hablarse apropiadamente de una inteligencia individual si no se tiene en cuenta el entorno social. Un individuo se conformará como tal en interacción con el contexto que le circunda y constituye. Por tanto, en lo que a la configuración de estrategias cognoscitivas o patrones mentales se refiere, el medio ambiente juega un rol fundamental.

b)    Teniendo en cuenta la premisa anterior, gran parte de nuestro bienestar es dependiente de la calidad de las interacciones que establezcamos. Así pues, nuestro grado de bienestar es correlativo a la calidad de nuestras relaciones; con todo, puede hablarse de una inteligencia individual y otra colectiva. Al hilo de la noción aquí pronunciada, cabe destacar con fosforescente venidero de Sortilegios Weasley lo siguiente: una persona suma o resta potencialmente su inteligencia según el modo en que sus cualidades y características psicoafectivas interactúan con otros. Esto nos lleva, si bien recordamos, a otra entrada por estos espacios virtuales escrita: el comportamiento ondulatorio de la luz como metáfora de la interacción humana.

c)     En una consulta del psiquiatra americano A. Beck, mujeres varias acudían con síntomas depresivos tras episodios de fracaso familiar. Las féminas, pese a haber sido víctimas por distintos motivos, se sentían eminentemente culpables. Dada la situación, el doctor se cuestionó sobre el porqué de la circunstancia y concluyó lo siguiente, a saber: la existencia –y persistencia– de creencias básicas no conocidas, es decir, juicios que dominaban el patrón mental de las pacientes sin que éstas fueran conscientes de ello, determinaba concepciones fuertemente alejadas de la objetividad de los hechos. Algunos de estos pensamientos, digamos, dominantes concernían a ideas tales como si das amor, recibirás amor o si eres suficientemente lista, te querrán. Si atendemos bien estas sentencias observamos que, de creerlas e integrarlas en nuestra lógica vital, remiten siempre a una concepción yoica eminentemente culpable y responsable en demasía de toda ausencia amorosa.

Consideraciones psicológicas o filosóficas aparte, esta tercera idea (c) es imprescindible para comprender cómo se estructura nuestro entramado mental: el carácter predominante (optimista-pesimista/abierto-contraído) de nuestros pensamientos y, en consecuencia, actitudes determinará la atribución causal de nuestro bienestar. Así pues, antes de entrar en la Sala de los Menesteres cabe articular desde nuestros adentros la siguiente pregunta: ¿qué pensamientos son los que habitualmente deambulan por mi mente?, ¿cómo me siento yo con respecto a ellos?

Sobre la base, a su vez, de las tres ideas anteriores, traemos a colación  una última cuestión: habida cuenta de la importancia que nuestras relaciones con los demás poseen en el enriquecimiento o merma de nuestras capacidades intelectivas y bienestar subjetivo-colectivo, es necesario concretar qué hemos de hacer para desarrollar hábitos de pensamiento e interacción productivos. La respuesta parece sencilla: generar hábitos sanos en un entorno –familiar, cultural, social,…– igualmente sano. Cada cual deberá buscar sus propias estrategias, pues toda persona –en su singularidad única e irrepetible– es un pequeño universo (he ahí el gran reto) .

Todo ello nos motiva a reflexionar sobre el rol que los pensamientos poseen en la forma en la que reacciona nuestro cuerpo no sólo socioafectivamente, sino también fisiológicamente. Pero de ello hablaremos, si cabe, en otro post.

Que el encantamiento patronus les libre del pesimismo de los dementores3;

JZRP.
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1  Recomiendo cordialmente la lectura de la entrevista, cuando la cuadratura espacio-temporal se los permita: http://filosofiahoy.es/index.php/mod.pags/mem.detalle/idpag.6314/cat.4212/chk.cf75ef680b1828900e44d1d0801c9509.html

2 ¿Quieres saber qué es un “dementor”?, pincha aquí: http://es.harrypotter.wikia.com/wiki/Dementor

2 comentarios:

  1. Marina y su libro "La inteligencia fracasada" me enamoraron, para acercarse a su obra quizás es de los más interesantes. No obstante, es verdad que cuando lees unos cuantos libros de este autor notas que tiende a repetir las mismas historias, anécdotas e ideas. Seguramente esto sea consecuencia de la cantidad de libros que publica en poco tiempo.

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  2. Gracias Jez. Como dices, es un tema muy tratado en nuestro particular club. Y nunca será un tema demasiado masticado, ya que siempre habrá gente acaparadora de nuestra energía y que intentará apagar nuestra luz con resoplidos malolientes [cara de mala]. Lo que si es novedoso para mi es tu consejo y guinda final: pronunciar el hechizo "espectro patrunus" mientras se piensa en un recuerdo realmente feliz :). Metafísica pura ^_^

    Gracias querida Amiga. :*

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