martes, 22 de abril de 2014

[siempre me faltan los títulos]

     Un día, encerrada en mi cuarto sin nada que hacer, escuché por el patio de luces cómo mi vecino de al lado llamaba a gritos a su hermana melliza. -Ya están otra vez -me dije.

     Me levanté a cerrar la ventana y dejar la habitación insonorizada. Al acercarme y enfocar la vista hacia el frente di un respingo al ver que en el piso de abajo, de espaldas a mi, una pareja hacía el amor. Digo hacía el amor porque en mi habitación sonaba una canción romántica. Si hubiera estado escuchando Rammstein habría dicho que follaban como perros, o que se apareaban armónicamente, si notas clásicas se reprodujeran en mi ordenador.

     Mientras miraba -el morbo era superior a la discreción-, una chaquetita de bebé cayó desde el piso superior. Mi vecina había dado a luz hacía pocas semanas y ahora estaba tendiendo la diminuta ropa de su hija, que se le escurría por entre los dedos.

     Una sombra cruzó mi cara. Levanté la vista y el obrero que estaba en la azotea reparando no sé qué cosa a instancia de mi madre me saludó con un gesto de la mano. Le devolví el saludo y seguidamente corrí las cortinas del todo. Parecía que la única que no hacía nada era yo, y no quería que nadie lo viera.


7 de Mayo 2011
[No verídico ^_^]


3 comentarios:

  1. jajajajajajajajaja qué gracia me hizo lo de Rammstein!! Me encanta!

    Eres muy grande Rebe, te lo digo de verdad de la buena!!!! :)

    Un besazo grande!

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  2. Muy bonito Rebe :) secundo lo dicho por Adassa, lo de la pareja me encantó.

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